En El Carmen de Viboral se aprende sobre la tradición y las técnicas de su cerámica.
Famoso por sus vajillas decoradas a mano bajo esmalte, paisajes y gastronomía, la economía de El Carmen de Viboral, municipio antioqueño ubicado a un poco más de 25 km de Medellín, ha crecido con base en la agricultura, el comercio y la industria cerámica.
Sin embargo, desde hace unos años el número de turistas que visitan la zona ha venido en aumento no solo por sus riquezas naturales, sino también por su legado cultural. Turistas locales y extranjeros están llegando a esta población para aprender más sobre su tradición ceramista.“A partir del 2011, con la protección otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de denominación de origen para las vajillas, el turismo se acrecentó en el municipio. Ahora, con el reconocimiento de patrimonio cultural e inmaterial, el incremento también ha sido más notorio”, asegura Francisco Cardona, uno de los ceramistas más conocidos de la región.
La tradición de las vajillas en el pueblo tiene una historia tan grande como su reconocimiento. Según Cardona, data desde el siglo XIX cuando, por su riqueza en fuentes hídricas y sus minas de arcilla, El Carmen de Viboral se convirtió en el epicentro de la fabricación de este tipo de artesanía.
“Casa Rosé se fundó y se inició como el sueño de aportar a la comunidad. Con el hotel estamos haciendo un homenaje a la abuela de dos de los socios: ella se llamaba Rosa Amelia y fue una persona que trabajó mucho por las personas de El Carmen de Viboral. Por esta razón buscamos integrar todos los elementos principales que hacen parte de la cultura del municipio, y claramente la cerámica, y en especial las vajillas, ocupa un lugar importante en nuestro hotel”, explicó Galindo.
En ese taller, las personas se conectan con la arcilla, hay un torno en el cual se puede moldear lo que se quiera hacer y finalmente pueden aprender cómo decorar estas piezas
El hotel que fundaron Adriana y sus socios, oriundos de El Carmen, permite a sus huéspedes vivir la experiencia de fabricar sus souvenirs, pues quien se hospede en Casa Rosé puede hacer su propia vajilla con la guía de artesanas expertas.
“En ese taller, las personas se conectan con la arcilla, hay un torno en el cual se puede moldear lo que se quiera hacer y finalmente pueden aprender cómo decorar estas piezas. Y la experiencia no acaba ahí, las artesanas, más allá de explicar esto, también cuentan la historia de la evolución de la cerámica en la cultura local y cómo esta pieza terminada tiene un valor invaluable”, asegura Adriana Galindo.
Casa Rosé, que solo lleva seis meses con sus habitaciones abiertas, ya ha recibido viajeros de cerca de 30 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Panamá y Holanda. “Esto por supuesto no lo esperábamos, porque estamos en un proceso de reactivación. Pero el tener este turismo internacional nos ha permitido profundizar y entender el valor que tiene para los extranjeros la cerámica”, dice Galindo.
El taller Esmaltarte, de don Francisco, el cual lleva 21 años en el mercado, es testigo del interés extranjero por la cultura carmelitana. “Generalmente nos visitan de Estados Unidos, aunque también vienen de Japón, de China, Italia, España y Argentina. Podríamos decir que, a cada uno de los talleres, en este momento, ha llegado más de un extranjero”, aseguró el artesano con más de 40 años en el oficio. La Asociación de artesanos productores de loza Aproloza, han realizado las gestiones con el Ministerio de Cultura, Artesanos de Colombia y la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia para mantener vivo el Patrimonio cultural material e inmaterial de la cerámica decorada a mano bajo esmalte por lo que están trabajando en la Formulación del plan especial de salvaguardia que propende por la conservación, documentación, investigación, transmisión, protección y revitalización de esta tradición. Llegaron a los Emiratos Árabes Unidos con su portafolio de 387 piezas de vajilla en cerámica y la oferta turística del municipio. De esta manera, se suman a la delegación colombiana que tendrá como objetivo exponer el potencial turístico y comercial del país en este escenario internacional de promoción que se realizará entre el 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de 2022. Entre los productos que llevaron a la Exposición se encuentran las teteras, bowls, tazas y platos en diferentes tamaños, bandejas, jarras y azucareras.* Fuente: El tiempo